El destilado de agave es capaz de representar a todo nuestro país, volviéndose famoso mucho más allá de las fronteras mexicanas, pues es apreciado en prácticamente todo el mundo, pero al ser mexicanos, es imprescindible que conozcas como se manejan sus maridajes básicos, también como parte de nuestra propia cultura gastronómica.
Blanco
Este tipo de destilado es característico de tener un embotellamiento veloz, en el cual se le impide el tiempo de añejamiento, dando como resultado una bebida con mayor fuerza aromática y acentos de almendras y especies de ciertos tipos.
Reposado
El reposado suele ser un proceso un poco más complejo que el blanco, ya que se suele añejar en un tiempo mayor a dos o tres meses y menor al de once meses casi un año, lo que da el resultado de una bebida ahumada, con tintes frutales y notas de madera.
Añejo
Su proceso es muy similar al reposado, con un máximo de tres año de espera en su añejamiento, para desprender los toques principales de este tipo de tequila, el cual se destaca por tener ligeros toques dulces, similares a los de la vainilla y el caramelo e, incluso, en algunos casos, a la misma miel.
Si eres fan del tequila, te invitamos a que conozcas todas su presentaciones e identifiques cuál es el tipo de tequila que más te gusta. Recuerda que siempre es bueno degustar acompañado de una buena comida.
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